23 de diciembre de 2012

Saco

Escritos por los intentos de saqueo en la Provincia de Tucumán el día de la fecha.

I

Si fuesen agentes del caos, estaría justificado, justamente serian agentes del caos de este cosmos que todo los ordena, donde tiene que haber cosas malas y cosas buenas, si o si va a estar esa .
El tema no es así, lo hacen por intereses propio, de una puta mera mercancía y luego los que se benefician mayormente no son ellos, sino los de más arriba, ni siquiera los que armaron las riendas. Generan rencor, un sentimiento no pasajero, porque estos hechos con el simple paso del tiempo se van a olvidar, pero se van a repetir para remarcar ese rencor, ese sentimiento de falta. Se arman destrozos por armase destrozos. Ni siquiera tiene que ver con una cuestión de justicia (en sentido platónico) no con el vivir en justicia y con justicia sino con la política propiamente dicha.
Todo se ha vuelto relativo, excepto los mismo intereses que hacen que se congregan los mecanismos para poder saciar esos intereses mismos.
Es un error, para mí, el acusar verbalmente a los responsables, porque si uno los acusa los otros solo van a reprender esa acusación, y las palabras tienen la misma valoración.
Es una cuestión de ejercer los mecanismos para poder desestabilizar por medio de la perseverancia, la mayoría de las conquistas del hombre fueron por perseverancia (con ese hinchar las pelotas, de hartar...para torcer el brazo y darle el "Sí" a los otros intereses). 

II

La doxa ronda por la cuidad. Es increíble la creencia que tiene el ser humano ante las anécdotas sobre malas cosas. Las conjeturas y decisiones se vuelven borrosas. La duda invade las mentes, vuelve al asecho la duda cartesiana  Está vez no sin dudar del pensamiento, sino sin dudar de uno mismo, del ego. El no-dudar de uno mismo produce esa reafirmación de uno y engrandece las todo lo que uno cree que tiene mejor de uno y suprime cualquier defecto. Ante esto los prejuicios y el racismo explotan por los poros de la piel y contagia a la saliva que uno escupe al hablar. La repetición de lo que ha dicho el otro se vuelve el único relato que cada vez  menos se cuestiona y más se deforma. La psicosis se transforma en un fantasma visible que traspasa nuestros cuerpos, mientras desde lejos los que planearon esto sonríen haber armado ya la mecha. Su único pensamiento es: "sólo falta la chispa". 

I.V.G
23/12/12